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Joaquín Torres García Nació en Montevideo en 1874. Fue un pintor, escultor y teórico del arte uruguayo, uno de los introductores del constructivismo en América Latina.
De padre catalán, tras el regreso de su familia a España, ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Barcelona en 1892, recibiendo influencia del movimiento modernista catalán. Tuvo amistad con Picasso y Gaudí, incluso colaboró para la construcción de algunos vitrales, como la restauración de la catedral de Palma de Mallorca y la Sagrada Familia (1903-1904). Luego de varios cambios de residencia, se instala en Madrid, donde crea un grupo de artistas constructivos.
En 1934, al retornar a Uruguay, se dedica intensamente a la difusión de su obra, buscando la creación de una escuela de arte constructivo, para cambiar las estructuras de las representaciones artísticas que primaban en Uruguay y América. Torres García cobra importancia en América y en el desarrollo de las artes plásticas. Crea una plástica nueva, pero con raíces americanistas de carácter universal.
En 1904 comenzó a escribir sobre arte, cosa que haría durante toda su vida, con un artículo en la revista Universitat catalana.
Por medio del escritor Roberto Payró, recibió en 1910 el encargo, de pintar dos murales, La Agricultura y La Ganadería para el pabellón uruguayo de la Exposición Universal.
Durante los años siguientes realizó una gran cantidad de exposiciones.
De 1921 a 1930 viajó a Nueva York, París y Madrid. En 1926 se mudó a París, donde comenzó a tener contacto con grandes pintores de la vanguardia modernista. Entre ellos a Mondrian, quien con sus composiciones de figuras geométricas en colores primarios ejerció una notable influencia en la obra de Torres García. estuvo en. En esos años de viajes fue dando forma a su propuesta artística: el universalismo constructivo. En 1930 fundó en París la revista y el grupo Cercle et Carré junto a otros artistas, con los cuales realizó algunas publicaciones y organizó una de las exposiciones de arte concreto más importantes de la época. Por aquel entonces ya exponía sus cuadros en galerías relevantes de París.
Cuando regresó a Montevideo en 1934 ya tenía clara cuál era su misión y cuál sería su mensaje: crear una escuela de arte en el sur de América. A partir de entonces fundó la Asociación de Arte Constructivo (1935), publicó la revista Círculo y Cuadrado (1936-1943), dio numerosas charlas y conferencias, dictó clases en la universidad y en el SODRE y finalmente, en 1944, creó el Taller Torres García. Trabajador incansable, no dejó nunca de pintar y realizó numerosas exposiciones, al tiempo que expresaba sus ideas en varios libros sobre arte y estética, como Estructura (1935), Universalismo constructivo, contribución a la unificación del arte y la cultura en América (1944) y Mística de la pintura (1947).
Gran parte de su obra puede recorrerse en el Museo Torres García, ubicado sobre la Peatronal Sarandí de la Ciudad Vieja de Montevideo.
Falleció en su ciudad natal el 8 de agosto de 1949, a los 75 años.
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