Las pinturas, dibujos, esculturas y otras obras de arte están siendo rechazadas en un número récord, sin explicación y con frecuencia por personas que no están cualificadas ni para autentificar ni para rechazar.
Naturalmente, esto es extremadamente frustrante para los propietarios de estas obras de arte y les causa una enorme pérdida económica.
Innumerables familias poseen auténticas obras de arte que han pasado por varias generaciones, que no han sido expuestas nunca o durante años, que no han pasado por galerías de arte o subastas desde hace más de medio siglo -o un siglo- y que, por tanto, son esencialmente desconocidas en la actualidad.
Las guerras y otros acontecimientos -sobre todo a partir de 1860- han hecho que masas de personas se desplacen, huyan, emigren, escapen y en el proceso se han perdido y olvidado papeles, documentos, información, historia, nombres y fechas.
A menudo se rechazan obras de arte sin que se haga ningún esfuerzo por investigar si son auténticas.
Estas obras rechazadas no han sido analizadas, ni investigadas, ni probadas. Estos rechazos son frívolos y a veces deshonestos.
Aquí nos proponemos examinar las obras rechazadas con tanto cuidado y esfuerzo como cualquier otra obra de arte.
Le animamos a que envíe para su revisión cualquier obra de arte que haya sido rechazada y que tenga motivos para creer que probablemente sea auténtica.