Es habitual encontrar escritura o números en el reverso de los cuadros o en las etiquetas y etiquetas pegadas detrás de ellos. Los estudios forenses permiten datar la escritura y determinar de qué parte del mundo procede.
También se puede datar el instrumento de escritura utilizado.
Las direcciones y números de teléfono antiguos encontrados en las etiquetas pueden fecharse.
Cuando el texto es más largo, el análisis lingüístico permite determinar si el escritor era un hablante nativo.
Se pueden identificar y fechar los diferentes tipos de tablas utilizadas por los pintores.
Se puede datar la forma en que se cortan y unen los bastidores e identificar el país del que proceden.
Las tachuelas utilizadas para estirar el lienzo pueden fecharse en función de su fabricación.
A veces, su diseño particular permite identificar el país de procedencia.
El estudio de los elementos de la composición permite determinar, por ejemplo, el lugar en el que se pintó un paisaje en función de los árboles y las plantas que presenta.
Las razas de animales de granja y de compañía pueden identificarse, fecharse y determinar su ubicación geográfica.
Los aparejos de los barcos nos indican su ubicación u origen.
Los estudios forenses proporcionan un sinfín de información que nos ayuda a determinar o confirmar la autenticidad.