Este año, el mundo del arte quedó atónito con el descubrimiento de una pintura del maestro austríaco Gustav Klimt, perdida durante 100 años y encontrada en Viena. Titulada Retrato de la señorita Lieser, la obra perteneció a una familia judía y fue vista por última vez en público en 1925. Este hallazgo increíble nos recuerda que obras de arte valiosas, ya sean obras maestras o piezas menos conocidas, aún pueden estar ocultas a simple vista—quizás incluso en su propio hogar.
Los descubrimientos de obras de arte ocurren con más frecuencia de lo que se cree, y poseer una obra de un maestro como Gustav Klimt no es tan inverosímil como parece. Muchos asumen que descubrir o heredar una obra de un artista importante es improbable, pero la historia nos dice lo contrario. La Segunda Guerra Mundial, en particular, dispersó innumerables obras de arte por toda Europa. Algunas fueron robadas o escondidas, mientras que otras quedaron olvidadas cuando las familias huyeron o fueron desplazadas. Muchas de estas obras aún no han salido a la luz, guardadas en colecciones privadas, áticos o heredadas sin conocimiento de su verdadero valor.
Puede que usted ya posea una pieza valiosa de la historia del arte sin siquiera saberlo. Cada obra de Klimt, sin importar su escala o notoriedad, es significativa y puede ofrecer una valiosa perspectiva sobre el legado del artista.
Si cree que podría tener la clave para el próximo gran hallazgo artístico, ¡Nos gustaría saber de usted!