La cuestión de la edad del cuadro, la fecha de su creación, es importante en la autenticación del arte. Por supuesto, para que sea del artista concreto que se espera que lo haya pintado, debe datar de cuando estaba vivo y pintaba. Para el historiador de arte profesional, la edad del cuadro es visible por el tipo de materiales utilizados, por su desgaste, por su decoloración, por las grietas de la edad en la pintura e incluso por el patrón particular del craquelado. Es decir, que para el experto en autenticación profesional, la edad del cuadro se hace evidente y evidente por sí misma en cuanto pone los ojos en el cuadro y aún más en cuanto se le da la vuelta para ver cómo es su reverso. A menudo, las plantillas, los sellos, las marcas, las etiquetas, la escritura a mano, las pegatinas, proporcionarán inmediatamente información adicional sobre la edad al historiador experimentado que lo examine. Todo esto se suma a lo que representa el cuadro, así como al estilo en que está pintado, que proporcionan sus propios indicadores de edad. En definitiva, cuando el cuadro se pone delante de ojos experimentados, hay muchas cosas que comunican su antigüedad. Las cosas se complican si hay razones para sospechar que todo podría haber sido inventado, que cada signo de edad es una cortina de humo, que todo es un engaño para hacer creer que el cuadro es antiguo, cuando en realidad no lo es. En ese caso, los pigmentos pueden analizarse químicamente para determinar su naturaleza y cuándo fueron fabricados por primera vez. Los materiales orgánicos pueden datarse con carbono. La madera puede datarse a partir de sus anillos de crecimiento. Al final, la datación de la pintura rara vez es un obstáculo para su autenticación. Casi siempre es posible responder a la pregunta de cuándo se pintó. Ofrecemos todos los métodos y tecnologías de datación existentes.